Pippi ha salido a pasear con su habitual alegría y alborozo pero a mitad de camino se da cuenta de que ha perdido a su mono, el Sr. Nilson. Lo busca y no da con él, el monito no aparece. Sin darse cuenta Pippi ha entrado en una zona frecuentada por guarrones de toda calaña e inocentemente cae en la trampa que le tiende un pervertido y oscuro exhibicionista con su «pequeño» primate CuMonito.